Cristina Martínez
Buenos días hoy es martes de historia y les quiero escribir a cerca de una de las construcciones más hermosas y emblemáticas de nuestra Ciudad. “El Palacio de las Bellas Artes”
Este monumental Edificio tardó 30 años en construirse, pero bien ahora les platicaré porqué.
La construcción del Palacio de Bellas Artes, se inició como un proyecto para la celebración del Centenario de la Independencia en 1910 y la finalidad es que fuera el Nuevo Teatro Nacional, ya que el acudir al teatro era una de las actividades favoritas durante el Porfiriato.
Fue el mismo Porfirio Días quien colocó la primera piedra el 2 de abril de 1905 y el edificio se comenzó a construir con las técnicas más avanzadas de la época pues en su construcción estructural se utilizó hierro y concreto para que después fuera recubierto de mármol mexicano e italiano.
Se aprovechó la luz natural que entraría por dos semi-cúpulas y la cúpula principal (con el águila Porfiriato en su punta). Se agregaron grupos de esculturas de mármol representando las Bellas Artes y los cuatro famosos pegasos de Agustin Querol.
El estilo arquitectónico que se buscaba era el Art Nuveau, que intentaba imitar las líneas curvas del humo del cigarro así como representar aspectos de la naturaleza sobre todo enfocado a la flora. Adamo Boari era el arquitecto encargado de tan importante edificación, sin embargo en 1916 Boari abandona nuestro país dejando su obra inconclusa por varias razonas, la primera fue que la cimentación y estructura del edificio eran demasiado pesados para el tipo de subsuelo, comenzó además la Revolución Mexicana, lo que alteró la paz social y causó un desequilibrio económico. Por lo que la parte exterior del edificio había sido concluida, pero en la parte interior quedó inconclusa.
En 1930 se decidió continuar con la construcción del magistral teatro, que ahora estaría a cargo del arquitecto Federico E. Mariscal, quien para aligerar la estructura quitó el hierro innecesario e hizo varias modificaciones sobre los planos originales, utilizando otro tipo de material para las cúpulas e insertando en su interior elementos del Art Decó.
También se decidió que, este edificio ya no sería solamente un teatro, sino que también se enfocaría en resaltar todas las bellas artes, siendo un recinto para la Cultura nacional e internacional.
Quien haya ido alguna vez al Palacio de las Bellas Artes no puede dejar de ver su maravillosa belleza, con una gran cantidad de detalles maravillosamente cuidados, como lo es el telón que enmarca el escenario del teatro en el que se representan nuestros maravillosos volcanes.
Bellas Artes es sin duda una de las construcciones más hermosas de nuestra Ciudad.
De verdad te invito a conocerlo y a disfrutarlo, a tener la paciencia necesaria para poder atender todos sus detalles y disfrutarlo.
Texto: Cristina Martínez Uriarte/ Asesora Inmobiliaria
Fuente: Escudero, Alejandrina, La construcción del Palacio de Bellas Artes, México, INBA, 1984