Hola buenas tardes, ya se acerca el día de muertos y este martes de historia lo quiero dedicar a la historia de las calaveritas literarias.
Para mí las calaveritas literarias son una de las tradiciones más bonitas y divertidas de nuestro país, pues para poder escribirlas se requiere de ingenio , creatividad y manejo de lenguaje. Son pequeñas rimas humorísticas cuyo personaje principal es la Muerte.
Las calaveras literarias tienen su origen en la Época de la Colonia. Al ser catalogadas como publicaciones irreverentes fueron censuradas.
Fue hasta el siglo XIX que estos versos reaparecieron, en un periódico llamado “El Socialista”, editado en Guadalajara Jalisco.
Las calaveras literarias, por lo general era una crítica social, en la que algún personaje de la aristocracia era irónicamente representado y en ocasiones ridiculizado.
Tales versos fueron posteriormente complementados con caricaturas de ilustradores como Constantino Escalante, Santiago Hernández y el intrigante Manuel Manilla (considerado uno de los primeros caricaturistas en hacer grabados de la muerte en tono festivo y personificado). Sus trabajos publicados en los medios más críticos, llegaron a satirizar con popularidad los gobiernos de Lerdo de Tejada, Benito Juárez y Porfirio Díaz, quienes posteriormente inspiraron al artista en grabado, José Guadalupe Posada. Creador de uno de los personajes más conocidos del Día de Muertos “La Calavera Garbancera” actualmente conocida como “La Catrina”.
Por muchos años, los periódicos publicaron estas maravillosas composiciones, sin embargo poco a poco esta tradición se ha perdido.
Sinceramente y de corazón, los invito a poner a trabajar su creatividad e intentar escribir alguna.
Aprovecho también para invitarlos a participar en nuestro concurso de calaveritas literarias, tienen hasta el 30 de octubre para mandarlas. Los tres primeros lugares serán publicados y el primer lugar recibirá un premio de nuestra parte.
Esperamos sus calaveritas.