¿Has escuchado de la renta con opción a compra? Esta es una buena opción para adquirir un inmueble si la idea de solicitar un crédito hipotecario no te encanta.
Esta opción de pagar tu casa en mensualidades sin tener que pagar las tasas de interés de las instituciones financieras puede ser una buena opción para ti. Además de no tener que desembolsar en un enganche inicial.
Primero definamos que significa el término renta con opción a compra. Es una modalidad de arrendamiento, en la que el dueño del inmueble expresa su intención de vender la vivienda que ha puesto en renta. Por su parte, el arrendatario adquiere el derecho a comprar la propiedad después de haberla habitado por un tiempo estipulado. Es necesario mencionar que el dueño del inmueble debe de darle prioridad al inquilino de adquirir la propiedad por el derecho al tanto. A pesar de contar con esta posibilidad, el arrendatario no está obligado a efectuar la compra de la vivienda, contando con la posibilidad de rechazar la oferta después del plazo fijado.
La compra- venta se puede realizar de manera directa y con un proceso normal o bien con renta en opción a compra.
Si la opción que se escoge es la renta con opción a compra, es necesario especificarlo dentro del contrato, también se requiere que dentro del mismo, se determine el plazo en el que se debe de finalizar la compra, así como las condiciones de la operación.
De acuerdo con el Código Civil Federal, al ser arrendatario, automáticamente se adquiere un derecho preferencial para poder comprar la casa o departamento que se está rentando, en caso de que exista una futura venta no planeada con anticipación.
Sin embargo, la diferencia entre este derecho de preferencia y un contrato de arrendamiento con opción a compra, es que, antes de la llegada del inquilino, el propietario ya tiene la intención de vender el inmueble. Por ello, buscará un comprador potencial para alquilar la vivienda y las condiciones de compra serán fijadas desde el inicio.
El contrato puede especificar que se van a hacer ambas operaciones o bien se puede firmar un contrato de arrendamiento y una promesa de compra-venta.
Es importante que al realizar la firma del contrato, se fije un precio justo para la compra del inmueble con el propietario, basado en un estudio de mercado. Se debe de tomar en cuenta que este valor no podrá modificarse después de la firma del contrato. Las cuotas del alquiler, por su parte, sí pueden ser modificadas de acuerdo con los cambios en el índice de Precios al Consumo (IPC).
En la mayoría de ocasiones, el pago de la renta mensual que realices durante el periodo de alquiler será descontado del precio de venta final. Podrá ser descontado en su totalidad o en un mínimo del 30%. De tal manera que el dinero invertido sería el equivalente al monto del enganche que se paga normalmente.
Una vez firmado el contrato de alquiler, la vivienda se habita por un tiempo antes de su compra definitiva. Este es uno de los principales beneficios de la renta con opción a compra, puesto que podrás vivir en la casa que deseas adquirir, familiarizarte con los espacios y la zona, antes de tomar una decisión de compra definitiva.
No obstante, existirá un plazo fijado con anticipación, dentro del cual el arrendatario podrá efectuar la compra. Normalmente, se realiza la firma del contrato por un periodo de un año, tiempo en el que se podrá comenzar con el trámite de compra si el arrendatario así lo ha decidido.
Una vez vencido el contrato, si el inquilino no se convence de realizar la compra, la relación se dará por terminada, sin que haya una obligación de compra.
Como cualquier contrato de arrendamiento, este deberá contar con ciertas cláusulas y condiciones que especifiquen las obligaciones y derechos que corresponden a cada parte. Así como las sanciones que implica el incumplimiento del mismo.
Una condición esencial en el contrato de renta con opción a compra es la que se refiere al futuro de los pagos abonados en caso de que se opte por no comprar la vivienda. De ser el caso el arrendatario perderá la inversión realizada.
También es importante aclarar que, durante el tiempo que dure el contrato, el propietario del inmueble no podrá vender la propiedad a nadie más, aunque exista una mejor oferta de por medio.
Así mismo, algunos propietarios ponen requisitos para ser inquilino. Los requisitos más comunes son contar con comprobante de ingresos, fiador y una renta de depósito. Si bien no siempre es necesario contar con un buen historial crediticio, como en el caso de los créditos hipotecarios, sí es importante que seas un arrendador responsable. En estos casos un período sin pagos de mensualidad podría representar una sanción o incluso la cancelación del contrato.